Arte y territorio II

Km: 3136
Sede: Instituto Cultural
Peruano-Norteamericano

Dirección:
Ciudad: Lima
Perú

"El carácter de una naturaleza salvaje o cultivada se imprime sea en los obstáculos que se oponen al viajero o sea en las sensaciones que prueba", afirmo Alexander von Humboldt en la extensa introducción a sus Viaje a las regiones equinocciales del nuevo continente, en donde dejo establecida una nueva forma de aproximación científica y simbólica al territorio honrando su diversidad y las múltiples relaciones que se establecen entre los distintos ordenes de lo natural.
Como si algo de esa capacidad de sorpresa se hubiera mantenido intacta, los artistas visuales aquí reunidos retoman la mirada sobre distintos fenómenos en el paisaje y los presentan ofreciendo una perspectiva critica, como en el video de Berna Reale o en el de Gabriela Golder: o bien poética, como en los trabajo de Matilde Marín, Carla Zaccagnini o Dora Longo Bahia, por ejemplo.
Recordemos que los modos de descubrir un territorio forman parte de las maneras de aporpiarselo, conocerlo y con todo ello -en términos amplios- darles un sentido politico.
Los viajes de reconocimiento y colonización realizados desde finales del siglo XV incluyeron entre sus pasajeros a dibujantes y pintores que fueran capaces de registrar aquellos territorios a conquistar. Por supuesto, tambien la tripulación estaba integrada por cartógrafos, quienes se ocuparon de construir los mapas del universo a conquistar. Cartografías, dibujos y pinturas junto a extensos relatos como el de Humboldt, entre otros, fueron las bases para conocer y controlar.
Esta tradición se revisa críticamente en el gesto obsesivo de Anna Bella Geiger cuando dibuja sus Mapas Elementales (1976), la trilogía de videos elegidos para abrir esta exposición.
En contrapunto, el de Lia Chaia, Comiendo paisajes, se presenta como una parecida síntesis de las maneras en que los paisajes pueden impactar en nuestra subjetivad. La infinitud invariable de la llanura se exhibe en la videoinstalación de Nicolas Robbio, en tanto al escritura aparece en los cuadros bordados por Claudia Coca para incorporar otra dimensión simbólica en la que el texto sustituye la imagen para hacerla presente con sutil elocuencia.