Desde el otro lado II

Km: 11066
Sede: Maison de l'Amérique
Latine

Dirección:
217 boulevard
Saint Germain
Ciudad : París
Francia

Artista(s):

Pablo Reinoso (ARG-FRA)

Curaduría:

Diana B. Wechsler (ARG)
BIENALSUR (ARG)

Eje(s) curatorial(es):

Arbol
Desplazamientos
Sustentabilidad
Memoria
Intervención

Tipo(s):

Exposición
Desde el 16/09/2019
Hasta el 23/09/2019

En el marco de los encuentros L'Oeil Pense de la Maison de l'Amérique latine, París, se llevará a cabo una charla con Pablo Reinoso, creador de la instalación "Desde el otro lado", frente al MUNTREF Hotel de Inmigrantes, Buenos Aires. Además, se proyectará ininterrumpidamente el film que lleva el nombre de la obra, producido por BIENALSUR-UNTREF, del 16 al 23 de septiembre.
Esta actividad se realiza en colaboración con IESA, International School of Cultural and Art Market Professions.
Sobre la obra:
En las palabras de Pablo Reinoso, "este trabajo es una metáfora de los fenómenos de inmigración/emigración en curso en el planeta ahora y en el futuro". Llegada/salida, entrada/salida, dentro/fuera: todos estos son términos binarios que aluden, de manera concisa, a una de las condiciones inherentes a la experiencia de la vida contemporánea: el desplazamiento derivado de diferentes tipos de viajes, de la migración y del exilio. El desplazamiento también está grabado en la memoria de la humanidad, cuya historia puede ser narrada dentro de la lógica de los movimientos de las personas, sus ideas, obras y acciones. La inspiración, o el elemento desencadenante para este trabajo de Pablo Reinoso, se encuentra en un muelle abandonado, los restos de un puerto, alejado de su propósito original que era servir a una ciudad fundada en la riqueza del intercambio como ha sido históricamente el caso de Buenos Aires, y un TVFrame en la Maison de l'Amérique Latine, ubicado en París, "del otro lado". El muelle está cerrado, en desuso y solo se puede ver desde el otro lado del muelle. La paradoja de esta condición límite-frontera se manifiesta en estos elementos que también adoptan un papel poético y metafórico en este proyecto. Ambas ciudades son metáforas de las muchas ciudades portuarias, puertos y fronteras que hoy forman parte de la experiencia itinerante de las personas que viajan, cualquiera sea el motivo.
Un enjambre de cuerdas, enredadas y unidas a pedazos de madera, se extiende a lo largo del amarre: ¿se han desprendido o están tratando de ser atrapadas? En el otro extremo, estos tendones ásperos están entrelazados con troncos de madera de diferentes orígenes, apilados en pirámides en el suelo, que avanzan en el espacio, cruzando los límites de la plataforma del muelle para deslizarse más allá de ello. Acostados en el piso, del otro lado, han cruzado la frontera. Algunos están suspendidos en el aire, mientras otros interactúan entre sí, o simplemente permanecen tumbados en el suelo, o se dejan caer, alejándose unos de los otros, en esta búsqueda para llegar al otro lado. La madera, las cuerdas y el hierro son los principales materiales utilizados para crear esta obra: la madera rugosa, su presencia contundente, recuerda los troncos de árboles caídos; el hierro, que simboliza un agarre que nunca se soltará, y las cuerdas que conectan, atrapan y capturan. Todo entrelazado para transmitir una poderosa tensión y movimiento proyectados en la pantalla de acceso a la Maison.
Los troncos-árbol recuerdan la tensión de una vida en peligro, la naturaleza bajo amenaza, y encarnan a inmigrantes del pasado y del presente. Sus historias están contaminadas con la necesidad de encontrar su lugar en el mundo, desplazándose, buscándose a sí mismos en otro lugar, y convirtiéndose en la alteridad de un lugar extraño. Reinoso explora la suposición de que los viajes, la migración y los exiliados desempeñan un papel clave para entender la dinámica del mundo contemporáneo, y el desafío de habitar tiempos complejos que se desarrollan tanto en espacios reales como virtuales e imaginarios. Utiliza estos lugares para mostrar, de diferentes maneras, las condiciones paradójicas del presente. La obra de Pablo Reinoso encaja precisamente en el marco de estas tensiones respecto de la ambigüedad del significado que se exhibirá simultáneamente en un espacio real en los muelles del puerto de Buenos Aires y virtualmente en París. En la capital de los galos, se exhibe en un espacio elegido ubicado en el centro de la metrópolis, ante un público invitado a permanecer inmóvil mientras experimentan la presencia de un movimiento suspendido que transmite la intención de reorganizar el paisaje y desacelerar el ritmo. Plantear preguntas desafiantes e inquietantes sobre la condición de un presente marcado por la movilidad y la incertidumbre. Vale la pena señalar que la delimitación territorial, donde se establecen marcas, contornos, hitos, cercas y muros, siempre ha sido la manera aceptada, por el común de la gente que vive en sociedad, de adaptarse para generar una situación con un adentro y un afuera.
Así se señala a la propiedad, se establece la pertenencia o lo contrario. Dichas barreras, que son tanto físicas como simbólicas, tienen por objeto sentar posiciones, establecer puntos de vista e incluir y excluir al mismo tiempo. Desde cierta posición, desde adentro, podemos observar otros lugares y personas que no están físicamente incluidos en nuestro propio espacio, a pesar de las muchas referencias y construcciones que poseemos sobre ellos a nivel simbólico e imaginario. Muchas situaciones diversas provocan movimientos significativos de personas obligadas a alejarse de sus lugares de origen y migrar a otros en busca de mejores condiciones de vida. Sin embargo, esto los deja en una situación compleja, en la que no están ni aquí ni allá; entre las demarcaciones externas e internas establecidas por las fronteras, estos grupos de individuos se unen a una masa de personas difíciles de definir por parte del aparato estatal: ¿son inmigrantes, refugiados o exiliados? Como las imágenes tienden a adoptar o a establecer una posición, la forma en que presentan o representan el espacio y el hecho de que esté ocupado o vacío, aluden a las distintas maneras de habilitar el tránsito o expresar la imposibilidad. Se trata, principalmente, de personas en tránsito, a veces, un tránsito forzado; gente que busca su lugar en el mundo. En un mundo atravesado por un relato cada vez más globalizado, ya no tienen lugar, revelando una doble vulnerabilidad de una situación que es propia y de los demás. Entonces, la pregunta se transforma y ahora indaga, ¿de qué lado de estas fronteras debe colocarse el punto de vista?, ¿dónde está el "nosotros"? y ¿dónde están "los otros"? En las idas y vueltas de las personas y sus conflictos, los muros, las cercas y los límites se vuelven mutuamente excluyentes, particularmente dentro de la lógica establecida del discurso de la transnacionalización, que ya se ha enfrentado a una paradoja. El miedo a lo desconocido actúa como contrapunto al miedo a la desolación.
La realidad del migrante siempre asoma como una puerta abierta, una identidad duplicada, una situación múltiple. Esta es la dimensión definida por esta obra: en lugar de limitar los significados, ofrece interpretaciones que surgen de los dominios sociales y culturales, y se repliegan en la reflexión, tanto social como cultural, sobre la forma en que el mundo puede ser habitado, y también tocan al tema del medio ambiente. El proyecto de Pablo Reinoso puede entenderse en términos poéticos como la búsqueda de perspectivas alternativas capaces de permitir una mirada hacia el "otro", con el fin de contribuir a la creación de un humanismo contemporáneo.
Este proyecto cuenta con el auspicio de la Embajada de Francia y del Institut français d'Argentine.