La mirada que construye mundo

Km: 3101
Sede: Museo del Fin del Mundo -
Casa Fundacional
ex Banco Nación)

Dirección:
Maipú 173
Ciudad : Ushuaia
Argentina

Artista(s):

Pablo La Padula (ARG)

Curaduría:

Diana B. Wechsler (ARG)
BIENALSUR (ARG)

Eje(s) curatorial(es):

Arte y Naturaleza
Conciencia Ecológica

Tipo(s):

Exposición
Desde el 19/05/2019
Hasta el 07/10/2019

"La naturaleza no es más que una", dice Pablo La Padula, "pero la imagen que tenemos de ella cambia dramáticamente con el paso del tiempo y el espacio. Sólo hay una simple lente dialéctica bifocal que separa la naturaleza en su estado orgánico original de las interpretaciones neomecánicas victorianas contemporáneas. La Padula, con la colaboración técnica de Leo Núñez, interfiere en la historia que cuenta el Museo del Fin del Mundo (MFM) con una "mesa parlante" en la que, en palabras del propio artista, "un compendio de construcciones desborda las interpretaciones del mundo natural, desde las visiones más apasionadas de Plinio el Viejo (23-79 d.C.) hasta los entusiastas animales transgénicos del alto modernismo".
Este es un "vasto collage de la construcción de una perspectiva científica, donde todos los dibujos pertenecen al campo de la filosofía natural, en el mejor sentido de la palabra". El cuadro-collage "narra una versión anacrónica de la historia natural relacionada con las bellas artes biológicas, como si esto tuviera lugar en un universo visual paralelo al de las Bellas Artes tal como las conocemos."
Esta mesa, que se encuentra en el corazón del MFM, "abre su interactividad para abrazar la mirada y el tacto de las imágenes, que, a través de un sensor, articulan historias cortas contadas a un usuario audaz que, sin embargo, se le ha enseñado a no tocar los objetos expuestos en un museo". Hay tondos pintados con acrílico sobre la mesa en tonos translúcidos, cubiertos de dibujos fantásticos que se inmiscuyen en la visión y la historia contada por la "historia natural de la región", cuidadosamente ensamblada y expuesta en las vitrinas del Museo a lo largo de las paredes. Utilizando una gama de recursos diversos -algunos del laboratorio, otros de una colección de materiales naturales, mientras que otros provienen de la imaginación y la literatura científicas- La Padula construye algo que toma la forma de una instalación multifacética. En ella, la mesa parlante, los tondos y el vídeo se combinan para desactivar las formas más convencionales de lectura con el fin de referirse a los sorprendentes vínculos entre el pasado y el presente de la imaginación científica del hombre.
Los materiales se manejan en un sistema lógico de montaje, iluminación y organización que sitúa al espectador en el inquietante lugar de tener que descifrar las pistas ocultas entre las piezas. El espectador se coloca así virtualmente en los zapatos del científico, cara a cara con la invitación a considerar una hipótesis de interpretación que le permita entrar en este mundo singular, atrapado entre el arte y la ciencia, entre la materia y la imaginación.